Decorar: Habla de tu estilo, implica reciclar y mejorar el look de tu casa para entregarte una zona de confort permanente, según tus gustos personales, tus objetos más preciados… Todo gira en torno a tu Felicidad.

Home Staging: Habla de ayuda a desprenderte de tu estilo. Optimizar y preparar los espacios de tu casa para ayudarte a seducir al mayor número de posibles compradores o arrendadores, en el menor tiempo posible y al mejor precio… Todo gira en torno al ROI.

¿Un ejemplo práctico de esta diferencia?

En interiorismo la televisión es parte esencial de muchos ambientes como un bien indispensable de muchos hogares, pero cuando la meta es vender una vivienda, para la técnica del Home Staging el televisor pasa a ser un elemento distractor por lo que es uno de los primeros elementos en desaparecer, ya sea escondiéndolo o al menos haciendo que pase desapercibido.

Lo mismo pasa con las fotografías de familia, los colores chillones que fueron utilizados a solicitud del dueño, o los rincones personalizados que tendrán que dejar de serlo para ser reemplazados por espacios neutros, y a su vez lo suficientemente acogedores como para tentar al próximo comprador o arrendatario.

Mientras el Homestaging tan de moda en Europa busca potenciar todos las posibilidades reales de una vivienda, despersonalizando los espacios al máximo; el decorador de interiores apuntará a personalizar al máximo esos mismos espacios para satisfacer los requerimientos del dueño de la vivienda que aspira disfrutar muchos años de ella.

“Un decorador buscará brindarte la comodidad del día a día, pero el homestager o estilista inmobiliario como se lo denomina en español, buscará crear espacios atractivos donde se destaquen las características y la arquitectura de la que fue tu propiedad”, explican los expertos.

En definitiva, el Home Staging es una herramienta de marketing enfocado hacia el mercado inmobiliario que facilita la compraventa de una vivienda, imponiendo al menos tres reglas: Espacios limpios, iluminados, ambiente agradable pero neutro para invitar al nuevo dueño a hacer de ese lugar su habitat ideal.

¿El mejor ejemplo de Home Staging?

El piloto de un departamento. Aquí no priman los gustos personales ni las necesidades de un cliente en particular. Aquí se piensa en los gustos estéticos y funcionales de la mayoría. Aquí todo entra por la vista. Un dato no menor si se considera que los estudios de marketing demuestran que el cerebro se demora

1 minuto 90 segundos en tomar la decisión inicial de adquirir un bien, mientras que la técnica del Home Staging promete agilizar la venta de una casa hasta 8 veces más que la media habitual.

Proveniente del inglés el home staging significa “casa puesta en escena”. En suma este concepto sería algo así como

¡preparar una casa para estrenarla en el teatro de la vida!

Y si no habías escuchado hablar de esto antes, a poner ojo, pestaña y ceja porque es un concepto que llegó al mercado para quedarse.