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Corría el año 2007, cuando un joven traspasaba la barrera de la incipiente movida de las redes sociales para quejarse por escrito sobre, “los inconvenientes de vivir en Maipú”. Siendo el hecho de vivir lejos, muy lejos, una de sus principales molestias. “También es horrible levantarse como tres días antes para llegar a la hora al trabajo (antes a la universidad) y, más aún, tener que subirse a esas micros de m… del Transantiago pa’ recorrer toda la linda ciudad, si hasta un día de puro aburrido me puse a leer el selecciones de Reader Digest de una vieja que se sentó al lado mío. Penoso”, parodió este bloguero en una especie de diario de vida por internet (chavezoscar.blogspot.com). El mismo que concluyó entonces su reflexión con una cierta esperanza, indicando: “Pero no todo es malo, por lo menos el agua es 100% maipucina; y María José Quintanilla es oriunda de estos lados”.

 

Es el sincero testimonio de un santiaguino entre 17 millones de habitantes a lo largo de nuestro largo y angosto territorio quien, al igual que muchos otros jóvenes, hace una década buscaban para su vida: conectividad, lugares de esparcimiento, vida de barrio, talleres artístico-culturales, clubes deportivos, áreas verdes y el tiempo de ocio necesario para disfrutar de centros ecológicos.

 

Han transcurrido 10 años desde entonces, y el eco resuena en otra voz joven. Esta vez, mediante un informe fechado en marzo de 2016, para optar al grado de licenciatura en historia en la Universidad de Chile. Aquí, Bárbara analiza: “Maipú es una comuna de crecimiento rápido. Teniendo por contraparte el esfuerzo diario del traslado, aquí los habitantes se identifican por tener una composición poblacional distinta al resto de la periferia, se identifican por ser familias grandes, especialmente jóvenes, y en etapa de crecimiento. Por un lado, los valores de las viviendas son más accesibles que los que podrían encontrar en el centro de la ciudad, para algunos el espacio que poseen las casas es mayor, el hecho de estar lejos de industrias, la contaminación, el ruido, es un ítem importante, el vivir con “calma” y en una “comuna verde”…” (repositorio.uchile.cl).

 

CONTRASTES

Maipú ha evolucionado en una década, transformándose en un polo de desarrollo, siendo considerado desde el 2011, el hito urbano más importante de la historia de la comuna, “trasladando a 20 mil personas al día y 6 mil en hora punta, favoreciendo así a un millón de habitantes de Maipú y de comunas aledañas como Padre Hurtado, Peñaflor, Melipilla, entre otras” (http://www2.latercera.com).

 

Con un dejo cultural e histórico que invita a recorrer el sector con sentido de pertenencia al barrio (fíjate en el nuevo Mirador Poniente del Templo, el Museo del Carmen, el Cerro Primo de Rivera, la redescubierta Rinconada de Maipú, o la misma Plaza de Maipú, entre otros), un estudio realizado por la Cámara Chilena de la Construcción y la Pontificia Universidad Católica, considera a Maipú, “una de las mejores comunas para vivir del país, ubicándose en una buena posición del ranking (lugar número 12, de 93 comunas evaluadas a nivel nacional), por sus condiciones de conectividad y movilidad + ambiente de negocios + condiciones laborales + vivienda y entorno, entre otros factores.

 

“Mi familia y la de mi esposa están en Maipú, mis amigos están acá y también están mis recuerdos”, es una frase habitual que se repite cuando visitamos las redes sociales para conocer más de cerca, el testimonio de muchas jóvenes parejas que deciden no cambiarse de barrio, a la hora de proyectarse con su nueva vivienda.

 

A esto, se agregan datos interesantes que queremos compartir contigo:

Con cerca de 3 millones de metros cuadrados de zonas verdes, destacan 10 parques por los que puedes pasear y disfrutar del tiempo libre. Ahí están:  Tres Poniente, El Rosal, Parque Central, Barrio Norte, Andjale Loayza, Bellatrix y Parque Público, por nombrar sólo algunos. Imagínate que el propio municipio ha instalado máquinas de ejercicio en varios de estos lugares de esparcimiento en aras de motivar la vida sana.

Los beneficios suman y siguen, ya que en cuanto a necesidades básicas, Maipú efectivamente cuenta con su propia agua potable (como mencionó en 2007, el bloguero maipucino al inicio de esta nota), garantizando así precios más bajos y una mantención de los servicios que asegura una mejor atención en el abastecimiento, ante cualquier eventualidad: “El Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, SMAPA, es el segundo operador del sector sanitario en la Región Metropolitana, al abastecer, con las tarifas más justas del mercado, a casi un millón de habitantes”, se lee en el sitio http://www.smapa.cl/

 

A modo de anécdota, si hasta el ex Ministro de la Vivenda, Laurence Golborne, encargado de rescatar a los 33 mineros atrapados en la mina San José, tiene recuerdos de infancia y adolescencia en Maipú. Al respecto, el diario La Tercera publicó en su momento: “Allí, durante 17 años, acumuló sus historias personales más definitivas. Allí su padre instaló su ferretería, allí construyó su única casa propia, allí sus hermanos mayores entraron a la política”. Aun cuando este repaso biográfico fue materia de polémica en los medios de comunicación (diario.latercera.com/edicionimpresa/made-in-maipu), es a su vez un testimonio que permite estar al día de una zona santiaguina que siempre ha sabido imponer su estilo tradicional de barrio.

 

Si a esta lista de “contrastes” le sumas el cambio brusco en la movilidad social, la marcada dispersión del grupo ABC1; y el vuelco en el cambio de vida registrados en los últimos tiempos, la invitación a vivir en una comuna con historia, se pone aún más interesante.

La balanza en tus decisiones de compra apuntan hacia la permanente búsqueda por sectores con mayor seguridad y confort del entorno; y por la cercanía a los puntos de la ciudad que concentran los empleos y la actividad comercial.

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