Dime con quién andas y te diré quién eres, dice el refrán. Si lo aplicamos a nuestro habitat, el juego de palabras pasa entonces a sonar algo así como: “dime dónde despiertas y te diré quién eres”…
Hay tantas formas entretenidas de levantarse con ánimo y energía por las mañanas para enfrentar el día que en Puerto Capital Inmobiliaria te queremos motivar a soñar con el tipo de habitación en el que te gustaría abrir los ojos cada mañana.

Lo bueno de la diversidad es que cada cual le da un toque diferente a su hogar de acuerdo a su personalidad y gustos.

TAL PARA CUAL

El dormitorio es lejos el lugar más importante de tu vivienda, más aún si es que le das prioridad en tu vida al descanso, la privacidad y la comodidad.

Relajarse es sin dudas un bien escaso hoy en día, con una forma de vivir  y pensar cada vez más interconectados 24/7 es la premisa. Por lo que en  el dormitorio la cama se transforma en una pieza clave para la renovación de tus energías. De ahí te pasas al resto de las opciones que son muchas para armar tu espacio, ¡a tu pinta!

Entre los estilos más habituales para un dormitorio de departamento, te presentamos aquí tres alternativas para motivarte a darle una vuelta y ver con cuál de todos los giros decides quedarte.

Línea Contemporánea: ¡No confundir con el Minimalismo, donde menos es más! Esta propuesta se inclina por lo Práctico y funcional, elegante y muy equilibrado. Este tipo de dormitorio está pensado para los espacios más juveniles. Sobrio, sin tanto detalle ni recargado de objetos, los muebles en líneas simples dan sensación de espacialidad, a la vez que suelen estar diseñados con telas sin estampados y de colores neutros para aprovechar la luz natural. Se recomienda usar luz blanca para seguir esta tendencia.

Línea Lagom o Hágalo usted mismo: El término se refiere a “con moderación” o “en su justa medida”. Implica simplificarse para vivir bien sin ostentar ni caer en un gastadero de plata. Reflexiona sobre el impacto ambiental de los objetos que ingresas a tu casa. Da lo mismo los colores que uses, los chillones inclusive, pero cuida que no desentonen. La invitación es a reciclar objetos y descubrir sus ventajas. Aquí la idea es comprar sólo lo básico y lo que necesitas para evitar la acumulación innecesaria. El juego está en ubicar estratégicamente elementos que a tu juicio le dan sentido a tu vida. Si vas a poner cuadros en tu habitación, por ejemplo, ubícalos todos juntos como punto estratégico de la mirada, pero siempre teniendo en cuenta que no sumarás al ambiente otros detalles llamativos, para evitar quitarle protagonismo al foco de atención que elegiste. La idea es ¡no desentonar con la armonía de la Simpleza!

Linea Hygge: Esta propuesta te invita a ser Feliz. De ambiente relajado y muy natural, esta oportunidad va pensada especialmente en quienes viven solo. Aquí se trata de lanzar las cortinas por la ventana y olvidarse de ellas por completo, a modo de aprovechar al máximo que entre la luz al interior. Siguiendo esa línea, las velas y luces tenues son la vedette de la noche. Nada de imágenes, ni de papel mural. Con los muebles en madera a la vista, aquí predomina en las paredes la pintura de color blanco. Si quieres innovar en tu propuesta cromática, decídete por el beige o el gris claro. Muchos cojines, mantas XL y colchas acogedoras sobre la cama, harán de éste un lugar perfecto. Y nada de flores secas. Las plantas naturales van muy cerca de la ventana para dar un toque de naturaleza. Ayudarán a que tu ambiente sea cálido y enfocado casi a vvir como dentro de un santuario.

UN LUJO

Se cuenta que el dormitorio nace recién en el siglo XVII y sólo estaba destinado a ser un lujo de la nobleza. Predominaban los colchones de paja o las cajas con musgo para reposar. Tan famoso como el “Dormitorio en Arlés” pintado en tres versiones casi idénticas por Vincent van Gogh (1853-1890). En carta a Théo, a su hermano, el pintor holandés le cuenta lo que lo lleva a repetir esa obra, poniendo énfasis en que “quería expresar un reposo absoluto eligiendo todos estos tonos llamativos y diversos”.

En su anhelo por expresar tranquilidad y dar realce a la simplicidad de su dormitorio usando el simbolismo de los colores, imaginó: “los muros lila pálido, el suelo de un rojo gastado y apagado, las sillas y la cama amarillo de cromo, las almohadas y la sábana verde limón muy pálido, la manta roja sangre, la mesa de aseo anaranjada, la palangana azul, la ventana verde…”.

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