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Buen Vivir y Costumbres Ancestrales

De acuerdo a las costumbres ancestrales de los pueblos latinoamericanos, la idea de buen vivir viene de la palabra quechua Sumak Kawsay, y está asociada al pensamiento milenario donde predomina una relación armónica y permanente entre las personas y la Madre Tierra.

En occidente, la idea de vivir mejor lamentablemente va cada día más de la mano con el desafío de comprar y almacenar bienes materiales. Síndrome que aumenta aún más en estos tiempos navideños.

LLAMADO INTERNACIONAL

A modo de contraste, los estudios destacan que “Mientras en la concepción occidental el día 24 de diciembre se celebra el nacimiento de Jesús, para el mundo indígena la fecha de ritualidad suele ser el 21 de diciembre, en homenaje al nacimiento de las plantas que brotan de la tierra, así como de la existencia de la luna, las aguas y los cielos”.

Para conocernos y respetarnos, es interesante motivar la reflexión en torno a costumbres y tradiciones. Cada país tiene sus propias costumbres según su clima, vegetación y fauna. La  Organización de las Naciones para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, ha hecho un reciente llamado internacional advirtiendo que la era de la Globalización se ha visto como una verdadera amenaza en la conservación de valores culturales ancestrales y plantea como desafío para las naciones miembros, entre ellas Chile, incluir el respeto por las diferencias en la convivencia social.

A la hora de festejar, cada día sabemos menos sobre las culturas indígenas y, sin embargo, para avanzar en diversidad también debemos saber mirar hacia el pasado. Mientras para nosotros la Navidad es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de presentes, en los pueblos indígenas se agradece a la tierra haciendo ofrendas y se hacen ritos como recoger granos de maíz, una de las pocas tradiciones que van quedando. Culto prehispánico difundido en la zona andina, así se honra a la Pacha-Mama, esposa del Dios del Cielo, la hacedora de todo lo que ocurre en la Tierra. Las buenas cosechas y la fertilidad de los rebaños son productos de su generosidad: y sequía y pestes, de su ira.

“Dichoso aquel que recuerda con agrado a sus antepasados, que gustosamente habla de su grandeza y que serenamente se alegra viéndose al final de tan hermosa fila”, escribió Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), el dramaturgo, filósofo y científico alemán.

En una breve reseña de herencia cultural como carta de navegación para recorrer diversas costumbres ancestrales y siempre con las buenas intenciones de transmitir un mensaje de Paz, esperamos seguir incentivándote a proyectar tu futuro con calidad de vida y respeto por el bien común como brújula para que, al igual que el Viejito Pascuero (que llega hasta este lado de la Cordillera de los Andes vestido con abrigo grueso y botas para la nieve, ¡en plena época de verano!)… tú tampoco pierdas tu norte.

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