Año Nuevo en Inmobiliaria Puerto Capital

Este es el segundo capítulo destinado a destacar la herencia cultural de los pueblos originarios como carta de navegación para recorrer el buen vivir a través de las más diversas costumbres.

Ya que se nos avecina el 2018, los invitamos a hacer un repaso en honor a las celebraciones más importantes según el calendario ancestral de América del Sur, donde encontramos la cultura andina, con el aporte de los Aymara, Quechua y Atacameños, entre otros.

A diferencia de nuestro cierre de año, con cotillón, champaña y emocionados abrazos durante toda la noche del 31 de diciembre, la fecha de celebración más importante para los pueblos indígenas de nuestra región es el 21 de junio, con el mágico rito del Sol Naciente.

AÑO PRODUCTIVO

La Pachamama (o madre tierra) y el Tata Inti (o padre sol) son relevantes durante los festejos, ya que se les solicita un año productivo, rico en animales y cosechas para propiciar la vida en comunidad.

Cabe destacar las tradiciones del Año Nuevo Andino en Bolivia, el We Tripantu o Nquillatún (“salida del nuevo sol”), para los mapuche; y la Fiesta Nacional de la Noche más Larga en Ushuaia, Argentina.

Pero, ¿por qué festejar en junio? Porque es cuando se produce el solsticio de invierno: “Este fenómeno es considerado por los indígenas como un renacer porque la época de cosecha culmina y la tierra se prepara para su nuevo tiempo de fertilidad. La víspera del solsticio es la noche más larga del año, luego de ese momento clave, y durante los seis meses siguientes, las noches se acortan y los días se alargan. En el ambiente hay más luz disponible y con ello hay mayor abundancia”, explican los especialistas.

Cuando llega el tiempo de hacer la Fiesta, también es tiempo de rendir tributo al nacimiento del maíz y del trigo. Ahí están la papa, la yuca y el ñame; mientras que se saluda al trueno que intervino para el nacimiento del ají o chile picante. Y del momento en que los árboles frutales empiezan a cargar sus tallos, se inicia muy pronto el rito de la cosecha. Es ahí cuando la gente le baila a la Tierra en agradecimiento, y le ofrece el canto en pago de las frutas recibidas. Tanto el que recoge el sustento en el Mar como en el Monte, como quien siemba las plantas, todos sabrán agradecer el obsequio de la comida.

En América indígena, la palabra Amanecer tan relacionada con la salida del sol naciente viene del latín mäne, que también dio origen a “mañana”, el cual a su vez proviene del viejo término manus, que significa bueno. Lo que sucede cuando amanece… es Bueno.

TRANSICIÓN

En otras culturas del mundo, la celebración del Año Nuevo (su origen viene de la antigua Babilonia y tiene cuatro mil años de antigüedad), también es representativo de la transición hacia un nuevo ciclo.La cual todos esperamos también sea anuncio de algo Bueno.

En The World Book Encyclopedia se lee: “Para los Babilonios su futuro estaba determinado por el dios Marduk quien decidía el destino del país para el año siguiente. Los romanos prometían buena conducta a una deidad de dos caras llamada Jano, dios de las puertas, los comienzos y los finales, quien mira hacia atrás y hacia adelante en el tiempo”.

Para todos es sabido que en occidente las superstición es parte del ritual de fin de año, por lo que algunos llevan prendas de colores, mientras otros comen determinados frutos como símbolo de bonanza o cuelgan adornos florales en lugares determinados para atraer bonanza.

También aparece el deseo de dejar atrás los malos ratos del año acabado y romper con los malos hábitos. Ahí prometemos entonces mejorar nuestra calidad de vida, dejar de fumar, saludar al vecino, no botar desechos en la calle, aprender a vivir juntos en diversidad, respetar los derechos de la comunidad.

En fin, cientos de promesas que en Inmobiliaria Puerto Capital esperamos se hagan cada día más realidad. Gestos y acciones prometidas por el bien de nuestro planeta que deben sellarse con un abrazo sincero, siempre en el espíritu de que compartir en familia y con los amigos más cercanos es una prioridad.